Las maloclusiones tienen la particularidad de que en muchos casos comienzan a manifestarse desde la infancia. Esto debido al desarrollo de l...
Las maloclusiones tienen la particularidad de que en muchos casos comienzan a manifestarse desde la infancia.
Esto debido al desarrollo de la anatomía propia del niño (la genética cumple un importante papel) y también a ciertos hábitos infantiles como costumbres de succión nutritivas prolongadas, hábitos de succión no nutritivos (chupete o chuparse el dedo, por ejemplo) o hábitos funcionales, como la interposición lingual, la interposición labial, la respiración oral.
Los hábitos como el mordisqueo de las uñas, el bruxismo o la alimentación tienen una importancia enorme en la aparición de algunas maloclusiones.
En este sentido, también hay que prestar atención a los problemas respiratorios o alérgicos en la infancia.
En la actualidad cada vez son más frecuentes los casos de niños con problemas alérgicos que condicionan muchas veces la aparición de hábitos asociados de respiración oral.
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También puede originarse por la pérdida temprana de dientes temporales (que puede generar apiñamientos dentales) y la pérdida de las relaciones oclusales.
El no realizar un tratamiento a tiempo puede generar una necesidad de tratamientos futuros más complicados, pero lo más importante es que puede derivar en una alteración de las distintas funciones orales, como alteraciones en la fonación, dificultad en la masticación, alteración de la deglución o, entre otras cosas, hábitos labiales inconvenientes.
Youtube / Bebé y Familia
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