Existen hábitos funcionales como la masticación o deglución y respiración normal y otros deformantes como la respiración bucal, queilofagia ...
Existen hábitos funcionales como la masticación o deglución y respiración normal y otros deformantes como la respiración bucal, queilofagia y onicofagia, entre otros.
Los hábitos deformantes traen como consecuencia alteraciones de la oclusión, si son intensos y se mantienen por largos periodos de tiempo.
La onicofagia, del griego onyx -uña- y phagein -comer-, se define como una costumbre de «comerse o roerse» las uñas con los dientes, que puede provocar heridas en dedos, labios y encías, así como el desarrollo de diversas infecciones.
Hay diversas técnicas de modificación de conducta que son muy útiles para crear, mantener o incrementar conductas deseables, así como para reducir o eliminar las indeseables.
► Leer también : PREVENCIÓN : Pacientes respiradores bucales en edades tempranas
La comprensión por parte del niño es la tarea más importante, además de la cooperación de los padres.
Por ello, el objetivo de este reporte de caso es mostrar la importancia que tiene el odontólogo para la detección de este tipo de hábitos, para así poder ofrecer al paciente un tratamiento que lo disminuya y una orientación sobre qué es lo que podría estar causando dicho hábito y así, someter al paciente a atención psicológica.
°medigraphic.com
°Autores : Jinnah Mahelet Benítez Velázquez / Gabriela Gasca-Argueta
No hay comentarios.